Hoy vago por mi mente sin saber que buscar, sin pensar quien soy y porque estoy aquí.
Escuchando el eco de mis pasos por un sendero sin pensamiento referido.
Me siento cansado de esperar un tren rumbo a la nada que nunca pasa ya que yo, ya he estado allí todo el tiempo.
Momento al cual paro y grito reclamado respuestas a incógnitas absurdas.
El tiempo trascurre mi mente cansada de esperar que me digne a mover algo de mi ser inerte que se cierra.
Apaga luces y deja, encerrado con sus pensamientos para aclarar ideas y mañana, un nuevo día.
Yo podre gritar escuchar mi voz pero a lo lejos se oirá una brisa seca que aturda a mi mente para así dejar que sacuda mi persona y la estremezca hasta el punto de gritar basta, pero en el fondo querer continuar.
A cada minuto aumentar mis ganas de afán hacia ti y esos dedos que ya se marcan en mi espalda de tanto sentirlos.
Y lentamente me desvanezco cual llama fatua elevada en alto puñal por fría mirada expulsada por ojos que sencillamente no pueden ser descritos.
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